No hago más que repetir una y otra vez toda nuestra historia en mi cabeza, momento por momento, secuencia tras secuencia, como si de una película vieja se tratase. Empiezo, y cuando estoy acabándola rebobino porque me niego a ver cómo termina. Ingenua de mí por intentar ocultar la realidad cuando el simple hecho de rebobinar me hace saber que hay algo detrás que no quiero ver, y entonces no me queda más opción que aceptar de una vez la realidad, terminar la película, y seguir adelante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario