Ya sean tardes de invierno, de otoño o primavera... Olvidando el verano y todas las cosas que se dijeron, que no es lo mismo decir un adiós que un hasta luego, que nadie te pidió el turno de palabra y asúmelo, admítelo, aunque te interrumpan y sigas sin tener la razón, esa palabra sigue siendo tan tuya como abrir los ojos en medio de la tarde tras esa siesta de 3 horas.
Un te quiero no lo es todo, no, nunca lo es, sea en francés je t'aime o en italiano ti amo... un te quiero no lo es todo... Y en el fondo, lo sabemos ¿Cuántas veces lo has dicho a quien se lo buscó? Responde.. ¿Cuántas a quién nunca lo mereció?... Ni el te quiero sigue las reglas, ni las letras siguen un perfecto orden.
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